Me encanta esta receta de French Toast porque es simplemente exquisita. Se ha convertido en una tradición en mi familia: los domingos son sinónimo de French Toast, y es algo que todos esperamos con ansias. Prepararla cada semana ha creado un momento especial para compartir en la mesa, disfrutando de su sabor único.

Las French Toast, conocido también como "tostadas francesas", tiene orígenes antiguos que se remontan a la época romana. Aunque el nombre sugiera que su origen es francés, este delicioso platillo ha sido adoptado por diversas culturas a lo largo de los siglos. En su forma básica, consiste en pan empapado en huevo y leche, dorado a la perfección, y ha llegado a ser un infaltable en el desayuno.
Ingredientes:
4 huevos
4 cucharadas de azúcar rubia
1 ½ taza de leche tibia
3 cucharaditas de canela
1 pizca de nuez moscada (opcional, pero altamente recomendada)
1 cucharadita de pasta o esencia de vainilla
Rebanadas de pan de molde o pan brioche (el ideal para este plato)
Un poco de mantequilla para cocinar
Toppings: Syrup, Frutillas, etc..
Preparación:
En un bowl grande, rompe los huevos y bátelos ligeramente. Añade el azúcar rubia y mezcla bien hasta que quede totalmente integrada con los huevos.
Poco a poco, incorpora la leche tibia, batiendo continuamente para evitar grumos. Para finalizar agrega la canela, la nuez moscada y la vainilla. Remueve bien para que todos los sabores se mezclen.
Calienta una sartén a fuego medio-bajo y derrite una buena cantidad de mantequilla. Sumerge las rebanadas de pan en la mezcla, asegurándote de que queden bien empapadas, pero sin que se deshagan. Lleva el pan al sartén y dóralo por ambos lados hasta que esté crujiente por fuera y tierno por dentro.
Finalmente sirve con un poco de syrup, unas frutillas frescas y ¡a disfrutar!
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